"... Arranque la secundaria en una escuela de bellas artes, conociendo a gente que estaba en la misma que yo; Javier Rovella, Julio Azamor, con los cuales luego haríamos el fanzine “Catzole”, que era de historieta. El tener gente que crece a la par con vos, con los mismos intereses, de alguna manera, fortalece ese interés. Yo caía en la escuela con una historieta, Javi la miraba y al otro día aparecía con una parecida. Son cosas a las que si uno se dedica en solitario, se hacen mas difíciles. Además que en la escuela de bellas artes dibujábamos un montón pero el tema “historieta” no es muy reconocido. No se hoy día, pero en esa época era un genero muy menor.
Hoy sos una especie de icono de la historieta independiente nacida allá por la década del 90, debido a Catzole ¿Cómo nace ese proyecto?
Como dibujaba sin parar, yo tenía un montón de historieta que jamás edite. Las mandaba a concursos pero nunca se me paso por la cabeza armar una revista. Cuando conocimos a Julio Azamor nos mostró un fanzine que iba a publicar, era Catzole. Yo la vi y le dije “quiero publicar ahí”. Y después una vez dentro de “Catzole”, termine convirtiéndome en editor. Aprendí el pequeño oficio y descubrí que era fácil editar un fanzine, con fotoduplicado y ni siquiera había computación, así que se fotocopiaban las historietas y se pegaban, era como un collage. Al tiempo me encontré haciéndolo allá por el año 94 que era el último de secundario.
¿Cuánto tiempo duro la revista?
El primero fue en el 94 en los cuales ni Rovella ni yo publicamos. Si en el #2, después nos apoderamos de la revista, nos volvimos los editores y el último numero salio en el 2001.
¿Siempre con el mismo proceso y calidad?
Los primero eran fotoduplicación, que tiene que ser blanco y negro todo. De a poco fue creciendo la revista. En un principio hacíamos 200 revistas, con el tiempo sacamos 500, 1000. En el #10 pasamos al offset y tapa color.
¿Por que cierra? ¿Por decisión de ustedes o un tema puramente económico?
Coincidieron muchas cosas. Una fue lo económico, en pleno 2001 con el bardo de las imprentas, donde era imposible editar. También ya estábamos grandes, para invertir tiempo de manera casi gratuita. La revista no daba perdida. Se vendía bien, pero tampoco era un trabajo, por lo cual cada vez se le dedicaba menos tiempo. Aparte lo hicimos por mucho tiempo.
Y desde ahí ¿Nunca pensaron en rehacerla o la revista ya cumplió su etapa?
Para mi ya paso y fue una etapa, pero hubo un momento, tipo 2002 - 2003, que tuvimos un intento de resucitarla con material viejo que ya estaba hecho, ahí fue cuando me di cuenta que ya fue.
En la época que hacíamos la “Catzole”, le poníamos el hombro, salíamos a venderla, la distribuíamos nosotros. Sacar una revista es remarla mucho, ponerle mucho esfuerzo. Es hacer todo, no solo dibujarla, entregar la historieta y quedarte en tu casa hasta el otro numero. El trabajo recién empieza cuando la terminas de dibujar, ir al imprentero, pelearte con él, pagarla, recuperar la plata. Todo ese esfuerzo es interesante como experiencia, a mi me enriqueció un montón, es agotador también. Cuando quisimos resucitarla me di cuenta que ya no tenia ganas de hacer eso. Tenia ganas de quedarme en mi casa dibujando, entregarla y que un editor de verdad se encargue de todo ese trabajo. Deje de sentirme editor, creo que eso fue lo que paso en realidad".
1 comentario:
Muy buen aentrevista a salva!!!
Cuando salga el nuevo numero seguro que me separo dos ejemplares!!! Enunos años va a cotizar!
un abrazo
Publicar un comentario